La guerra de precios, es una estrategia de marketing, que pretende atraer al cliente ofreciendo precios más baratos que el consumidor. Esto no es nada nuevo, existe en el mercado offline desde hace décadas y todo el mundo lo sabe, pero lo que la gente no sabe, es que estas guerras de precios no benefician ni al consumidor, ni al mercado, sólo beneficia al vencedor de la guerra.
casos de guerras de precios en concreto las campañas de navidad;
Los grandes grupos de compras suelen sacar en navidad un catálogo con productos en oferta. Estos productos están a precio de coste, es decir, no le ganan nada vendiendo estos productos, lo utilizan como gancho para que los clientes acudan. Y para no perder dinero, lo que hacen es no tener prácticamente stock.
Este tipo de acciones es legal, si alguien te pide un producto del catálogo, estás obligado a vendérselo, pero como el fabricante no tiene Stock…. se produce una situación irregular, en la que el consumir pierde siempre, si o si.
Otra de las consecuencias de la guerra de precios, es la atención al cliente. Encontrar a alguien que te ayude en algunos centros comerciales es imposible, el nivel de atención al cliente baja a medida que los precios bajan.
Y el caso que más me gusta es el de Mercadona, uno de los supermercados más caros que hay actualmente para los compradores inexpertos. En Mercadona, sus marcas son muy baratas, pero los productos de otras marcas son más caros que en otros supermercados. Los usuarios tienen la sensación de que esta cadena de supermercados es muy barata, pero en la realidad no lo es.
Vamos ahora al mundo online…
El Corte Ingles
El supermercado de El Corte Ingles e Hipercor, tiene unas ofertas estupendas en internet. Han conseguido competir en precios con marcas como Aliada. Cuando haces un pedido online a sus supermercados, en el 90% de los casos, no te mandan las ofertas, ni los productos Aliada por que están agotados. Esta es la forma de “timar” a los usuarios, pero sin embargo, seguimos cayendo en la trampa.
Carrefour
El caso de Carrefour es diferente, los precios de su tienda online, son mucho más caros que los de las tiendas físicas, pero los usuarios no se dan cuenta hasta que comparan los precios.
Precio mínimo garantizado
Bajo este lema, muchas tiendas online, intentan captar clientes, y en la mayoría de los casos, no tienen los precios mínimos, pero el consumidor se lo cree.
Pixmania y los costes ocultos
Otro de los casos interesantes es Pixmania, en la sección de juguetes tienen casi todos los productos a coste, pero tiene trampa. Lo primero es que no tienen stock, con lo que los plazos de entrega pueden llegar al mes, y después nos encontramos unos gastos de envío descomunales. En la mayoría de los casos, comprar en Pixmania sale más caro, y con plazos de entrega y servicio penosos (sección juguetes).
Google Shopping un peligro a la vista
Este es uno de los productos de Google que no logra despegar, llevan años investigando y tratando de implantarlo, le han cambiado el nombre varias veces, pero a mi me sigue sin convencer.
Estos son algunos casos de actualidad y que ayudan al consumidor a conocer la mejor la compra y a ser cazadores de ofertas.
BY GAÑAN
